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La Pirámide del Deportista.

Interesante artículo de la no menos interesante página web SportLife.es con una lista de 51 consejos sobre la alimentación que un deportista (más aún en la exigente disciplina que nos ocupa) debería llevar.  Publicación más que oportuna para mantener o mejorar nuestra condición física después del parón y los excesos navideños.

Pequeños cambios producen grandes transformaciones, especialmente en la cocina. En la alimentación de una persona deportista los pequeños cambios de hábitos son más importantes para la salud que los saltos radicales con dietas estrictas para realizar durante unos meses. La salud es una cuestión de buenos hábitos generales, entre los que destacan la buena alimentación, un entrenamiento planificado y un estilo de vida tranquilo y feliz.

Para ponértelo más fácil, aquí te damos 50 consejos nutricionales y alguno más… que te cuidan y alargan tu vida sin amargarte la sonrisa ante el plato.

1. Haz la compra y cocina en casa. No es tan difícil, cocinar es relajante y estimulante y es la mejor forma de tener una alimentación sana y natural. No sólo controlas la frescura y calidad de los ingredientes que utilizas, también escoges el método de preparación más sano. Si evitas frituras, salsas y comidas preparadas para cocinar en crudo, al vapor, a la plancha o al horno, te llenas más, disfrutas del sabor y evitas los ingredientes poco saludables como los edulcorantes artificiales y los ácidos grasos trans que pueden hacerte ganar kilos y favorecer la aparición de algunas enfermedades.

2. Añade canela en vez de azúcar. Esta especia es un potente activador del metabolismo que ayuda a mantener la glucosa constante en sangre, reduciendo el ansía por los alimentos dulces. Espolvorea canela en el yogur, el té, la leche, y podrás llegar a perder un kilo al mes.

3. Cambia el café por té. No hace falta que renuncies al café siempre, también tiene su lado bueno, pero el té es una opción más saludable para todos los días. La mezcla de cafeína y antioxidantes del té es estimulante, reduce el riesgo de caries, previene tumores, ayuda a la oxidación de las grasas e incrementa el gasto calórico.

4. Come legumbres 3 veces por semana. Vuelve al plato de los abuelos con la ventaja de que ahora tenemos ollas rápidas y cocina garbanzos, alubias, lentejas, judías verdes, soja, etc. Los estudios demuestran que las personas que toman legumbres todas las semanas, tienen un 22% menos de riesgo de ser obesas reduciendo la probabilidad de enfermedades cardiovasculares, diabetes, inflamación, etc.

5. Cocina con algas. Son el alimento del futuro, no sólo aportan muy pocas calorías con un fuerte sabor, también son una fuente de proteínas sin grasas, fibra, calcio, yodo, etc. Se las considera un alimento depurativo por su riqueza mucílagos con efectos laxantes y porque contienen alginatos y derivados, sustancias específicas capaces de absorber los metales pesados (arsénico, plomo, mercurio) y los elementos radiactivos (estroncio y cobalto) de los tejidos y eliminarlos en las heces. También contienen ácidos fucínicos y fucanos que bloquean la formación de coágulos y trombos en la sangre y que parecen inhibir la metástasis de los tumores. Son muy utilizadas para perder peso porque aportan sensación de saciedad y el yodo puede estimular el tiroides y aumentar el gasto metabólico.

6. Corta en porciones pequeñas los alimentos en el plato. Puedes llegar a reducir hasta un 20% el consumo de calorías si troceas cada alimento en el plato antes de masticarlo.

7. Cambia la vaca por la cabra. La leche de cabra tiene menos calorías que la leche de vaca, y en cuestión de quesos, puedes reducir hasta un 40% menos las calorías si escoges los quesos hechos con leche de cabra. La leche de cabra produce menos intolerancias por tener menos lactosa. Y si los lácteos de vaca te sientan mal o te hinchan, reduce las molestias y los gases cambiando a la leche de cabra porque es un lácteo más digestivo y menos calórico.

8. Añade vegetales diferentes a los bocadillos y ensaladas. No te quedes en la lechuga y el tomate y prueba a poner unas hojas de rúcola, canónigos, berros, rodajas de pepino, apio, remolacha, nabo, jengibre, etc., los vegetales aportan más sabor y color a las comidas junto a fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y sustancias con propiedades curativas. Procura que tus bocadillos tengan siempre un toque vegetal, así te cuidas más, te llenas antes y picoteas menos.

9. Toma fruta cuando tengas ansiedad. La fruta suprime la hormona del apetito conocida como grelin. Lo mejor es tomar la fruta sin pelar cuando se pueda, así no pierdes vitaminas y minerales y aumentas el aporte de fibra saciante y laxante.

10. Ten a mano zanahorias. Es un alimento que puedes llevar en tu bolsa porque no se estropea y se mantiene fresco todo el día. Es una buena fuente de betacarotenos o provitamina A, antioxidante natural que cuida la piel y las articulaciones, mejora la respuesta inmunológica y protege la salud ocular. Además, su alto contenido en fibra te sacia sin engordar.

11. Come algo de proteína en los tentempiés entre horas. Los alimentos proteicos como el pescado, carne magra, huevos, lácteos, soja, frutos secos, etc., no sólo te ayudan a ganar masa muscular, también son saciantes y evitan que te entre el "gusanillo" después de comerlos.

12. Lleva a mano un puñado de frutos secos cada día. Son una bomba de energía natural, con un alto aporte calórico en forma de grasas, pero no debes temerlos. Está demostrado que las personas que toman nueces, almendras, avellanas, etc., naturales y sin tostar o salar, no sólo no engordan y van al baño con regularidad, también tienen mejores niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, menor riesgo de diabetes y enfermedades degenerativas y hasta están de mejor humor. Son un alimento muy completo porque aportan proteínas, grasas e hidratos junto a folatos y fibra.

13. Un pomelo al día. Mejor por la mañana en ayunas o justo antes de irte a dormir. Es una fruta antioxidante que retrasa el envejecimiento celular, regula la glucosa, el colesterol y los lípidos en sangre y aumenta las defensas. Para los deportistas el pomelo es una fruta hidratante por su contenido en agua, potasio y otros minerales perdidos en el sudor. El zumo diluido en agua es una buena bebida para hidratarse, antes, durante y después. Además el pomelo parece actuar sobre las células grasas favoreciendo la lipolisis o eliminación de las grasas y reduciendo los niveles de insulina en sangre. También es una fruta que ayuda a eliminar los líquidos retenidos y mejora el aspecto de la celulitis.

14. Lentejas para llegar a viejas. Las personas con sobrepeso que se ponen a dieta y toman lentejas casi todos los días pierden más kilos de peso al mes que las que no comen lentejas. Parece que el aminoácido leucina que contienen es el responsable de incrementar la quema de grasas y además son tan ricas en fibra saciante que evitan la sensación de hambre en las dietas para perder peso.

15. Desayuna todos los días. Demostrado, las personas que se saltan el desayuno comen una media de 100 calorías más al día. Si además eres una persona activa y deportista, saltarte el desayuno no sólo te hará comer más a lo largo del día, también disminuirá tu rendimiento deportivo y quemarás menos calorías por hora por la falta de energía y motivación.

16. Deja pasar 3 horas entre cada comida. Ni más ni menos, aunque cada persona es diferente, y es una media de tiempo entre comidas, adapta tus costumbres para comer cada 2 a 4 horas. Así aseguras que la tasa metabólica se mantiene constante y no hay fluctuaciones de glucosa en la sangre, reduces el riesgo de síndrome metabólico, diabetes. También cuidas tu salud digestiva, evitando gases, flatulencias, estreñimiento, diarrea, úlcera, etc.

17. Pescado todos los días. Incluye una ración de pescado en alguna de las 5 comidas principales. Es un alimento muy completo y saludable, aporta yodo, proteínas, vitamina D, potasio, fósforo y ácidos grasos omega 3, especialmente los pescados azules. En conjunto te ayuda a evitar la pérdida de masa muscular que aparece a partir de los 30 años, mantiene tus articulaciones y arterias elásticas y previene la aparición de enfermedades degenerativas como Alzheimer, así como enfermedades psicológicas como depresión. Evita el pescado enlatado que es rico en sal, o los ahumados que contienen sustancias tóxicas del humo o los pescados de gran tamaño que pueden acumular metales pesados como el mercurio que contamina los mares. Escoge pescado fresco o congelado para hacer a la plancha, al horno o al vapor.

18. Un yogur para picotear. El aporte de calcio es un estimulante natural para quemar grasas y la proteína láctea te ayuda a saciarte entre horas. Si escoges yogures de ganadería ecológica o hechos a base de leche de vaca de pastos naturales que contiene más cantidad de ácido linoleico conjugado (CLA) que ayuda a eliminar la grasa extra en las personas con sobrepeso.

19. Reduce el consumo de sal. No sólo debes controlar el abuso del salero en la mesa, también has de tener en cuenta que la mayoría de los alimentos que tomas cada día tienen un exceso de sal o de sodio. El sodio de la sal está relacionado con la aparición de problemas en la mayoría de los órganos y sistemas: corazón y circulatorio, riñones, hígado, huesos, articulaciones. No sólo es un problema para la tensión arterial, el exceso de sal está asociado a enfermedades inflamatorias e incluso deshidratación celular. Los deportistas perdemos sales en el sudor, pero es difícil deshidratarse con lo que comes cada día. Sala con moderación y escoge sal de hierbas o sal de yodada, porque esta última es una fuente de yodo para la glándula tiroides, responsable del metabolismo.

20. Come grasas buenas para quemar la grasa que te sobra. Las grasas son nutrientes esenciales y sin ellas no podemos sobrevivir. Hay que aprender a escoger grasas sanas cada día. El aceite de oliva, los huevos, el aguacate, el jamón serrano y el ibérico, la carne de cerdo, etc., son fuentes de ácidos grasos monoinsaturados que protegen el corazón y las arterias y te ayudan a mantener el peso. Evita los alimentos ricos en grasas saturadas animales como las vísceras, embutidos grasos, tocino, beicon, panceta, cortezas de cerdo, etc.

21. Sigue una dieta libre de grasas trans. Son las grandes enemigas del corazón y la salud. Estas grasas son artificiales y se utilizan como ingrediente en muchos alimentos para dar sabor, a pesar de que en algunos países se han eliminado de la industria. Mira bien los ingredientes de los alimentos como galletas, cereales, barritas, bollos, margarinas, salsas, embutidos, comida preparada, aperitivos salados, etc. Sospecha cada vez que un alimento tenga la etiqueta: "sin grasas animales", o sólo con "grasas de origen vegetal" o parcialmente hidrogenadas, en muchos casos están ocultando grasas trans.

22. Anímate con las judías pintas. Las judías con forma de riñón contienen una enzima que estimula al cuerpo para obtener energía a partir de la grasa en vez de los hidratos.

23. Desayuna con huevos. El desayuno continental es completo y energético para una persona activa. ¡No le temas al colesterol pues está demostrado que los huevos no tienen nada que ver! Empieza el día con tiempo para una tortilla francesa, huevos revueltos, un par de huevos fritos, no te cortes. Con un huevo tienes el 50% de las proteínas, el 24% de la vitamina A, 21% de la vitamina D, el 68% de la vitamina B2, el 52% de la vitamina B12, el 25% de hierro, el 46% de fósforo y hasta el 110% de selenio (datos de la Cantidad Diaria Recomendada para una persona de 70 kilos de peso). Una persona deportista puede permitirse comer huevos todos los días, no sólo por su aporte de proteínas de alto valor biológico para mantener y tonificar la musculatura, también es un alimento muy completo con un alto poder saciante que te ayudará a perder peso.

24. Bebe infusiones alternando con el agua.  Varía y no te quedes sólo con el té negro o el té verde, hay muchas infusiones que probar, aquí te damos las más populares: el té oolong está de moda porque ayuda a quemar un 12% más de grasa corporal. El té rooibos no tiene cafeína y es rico en minerales y es considerado el isotónico natural. El té rojo o pu-Erh, es un té fermentado que te ayuda a quemar grasas y mantener la actividad cerebral. La tradicional manzanilla con anís verde es relajante digestiva, ayuda a expulsar los gases y tiene efecto antiinflamatorio. La infusión de regaliz y menta calma la ansiedad y reduce las ganas de "dulce". La infusión de tila y azahar es relajante, ayuda a dormir y reduce la ansiedad y el estrés. La infusión de tomillo mantiene a raya las infecciones y ayuda a expulsar la mucosidad. La infusión de menta-poleo es refrescante y relajante. Atrévete a probar, hacer tus propias mezclas y comprueba los efectos medicinales de las infusiones en tu cuerpo.

25. Come piña. Es un alimento diurético y laxante que además contiene una enzima natural, conocida como bromelaina que ayuda a digerir las proteínas que necesitas, mejora la digestión de los platos pesados y te asegura un buen aporte de aminoácidos para reponer, tonificar y ganar musculatura.

26. Bebe zumos naturales con su pulpa. No cueles la pulpa o las fibras de las frutas que utilizas para hacer zumo, déjala para conservar la fibra y muchas sustancias antioxidantes y protectoras de la salud.

27. Añade cebolla fresca a tus ensaladas y platos. La cebolla es un alimento que ayuda a metabolizar los carbohidratos en energía, además es hipoglucemiante, saciante, fluidificante y expectorante, te ayuda a perder peso, mantiene la salud cardiovascular y limpia las vías respiratorias.

28. Pon unos dientes de ajo en cada plato. Como ocurre con la cebolla, el ajo es todo un alimento medicamento. No sólo es un protector cardiovascular porque fluidifica la sangre, también previene la aparición de tumores y tiene un efecto antiséptico frente a bacterias, hongos y virus. En la cocina es muy utilizado por su potente sabor que da un toque mediterráneo a los platos más sosos, especialmente a las carnes y pescados a la plancha y a las verduras cocidas.

29. Incluye bayas y frutas del bosque en los platos. Los arándanos azules, los cramberries, las moras, grosellas, frambuesas, etc., están en el TOP 10 de la lista de alimentos ricos en antioxidantes. La lista de enfermedades que previenen o mejoran es muy larga, destaca su acción antiséptica frente a las infecciones urinarias y su acción preventiva frente a las enfermedades cardiovasculares. Son alimentos con mucho sabor para añadir a ensaladas, salsas, batidos y postres, con la ventaja de que al ser muy bajos en calorías y ricos en fibra te ayudan con el peso. Puedes congelarlos para tener a mano todo el año.

30. Añade picante a los platos. Las especias picantes como el chili, pimienta, guindilla, curry, pimentón, etc., provocan un aumento de la temperatura corporal es capaz de aumentar la tasa de metabolismo basal hasta un 25%, aceleran el metabolismo y ayudan a procesar la grasa más eficientemente. También tienen un efecto antiséptico muy potente que te aleja de las infecciones respiratorias. Y lo último es que además previene y reducen los síntomas de artritis. Los picantes de la familia del pimiento contienen  capsaicina, un termogénico natural con propiedades antioxidantes.

31. Un vasito de vino tinto con las comidas. El vino tinto contiene resveratrol, un antioxidante que retrasa el envejecimiento celular, demostrado en laboratorio, que los abuelos de más de 100 años ya han probado con su particular dieta mediterránea. En el hollejo de la uva roja están las sustancias que cuidan el corazón y las arterias, mantienen la memoria y evitan la demencia senil, y hasta parece que impiden la formación de células de grasa en la cintura.

32. Incluye granadas en las ensaladas. La granada una fruta muy baja en calorías que te ayuda a hidratarte como deportista por su alto contenido en agua y potasio. También aporta ácido cítrico, flavonoides y taninos de acción antiinflamatoria que ayudan a tratar la diarrea. La granada tiene fama de alimento quema-grasas porque contiene un aceite en las semillas que parece disminuir la cantidad de grasa que guarda el cuerpo como reserva. También son hipoglucemiantes y reducen el apetito por alimentos dulces

33. Siéntate en la mesa a la hora de comer. Cuando comes de pie o te mueves de un lado a otro durante las comidas, consumes 3 veces más cantidad de alimentos.

34. Palomitas para los picoteos frente a la tele. Las palomitas caseras tienen un índice glucémico bajo que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, saciándote antes. Deben ser palomitas de las de antes, hechas en casa sin sal, azúcar o mantequilla.

35. Pon pimiento en tus comidas. El pimiento contiene vitamina A y vitamina C, esenciales para convertir las grasas en energía.

36. Añade salsa de soja baja en calorías. Las proteínas de la soja interactúan con los receptores del cerebro que te informan de que estás lleno.

37. Espera 20 minutos antes de picotear después de cada comida. Es lo que tarda el cerebro en enviarte el mensaje de que el estómago está lleno.

38. Aliña con aceite de oliva y vinagre. El aceite de  oliva virgen extra es una fuente de ácidos grasos monoinsaturados que evita la acumulación de grasas malas en los tejidos. Y el vinagre contiene ácido acético que incrementa la velocidad a la que tu cuerpo quema la grasa.

39. Calcula las proteínas que necesitas cada día. Para conseguir un cuerpo fibroso y tonificado necesitas tomar entre 0,8 y 1,2 gramos de proteína por kilo de peso. Si tomas menos cantidad de proteínas, te costará mantener y/o ganar la masa muscular, y si al contrario tomas más, engordarás porque tu cuerpo las convertirá en grasas.

40. Escoge cereales integrales sin añadidos. Los cereales naturales como el muesli no aportan azúcares extra, edulcorantes o grasas trans, por lo que te llenan más, cuidan tu salud cardiovascular y aportan más vitaminas y minerales de origen natural.

41. Comparte la comida. Deja probar tus platos al resto de los comensales cuando salgas a cenar fuera, así reduces la cantidad de comida que tomas en cada plato.

    Apúntate esta receta de ensalada para los lunes. Si durante el fin de semana te relajas con la dieta y coges kilos, prueba a quitártelos el lunes comiendo una ensalada de judías negras cocidas, pimientos rojos, tomates, cebollas y maíz natural aliñada con pimienta en grano, aceite de oliva y zumo de limón natural. Es una buena combinación de fibra saciante, vitamina C y sustancias quema-grasas que te ayudarán a quitarte los kilos antes de que se instalen en los michelines.

43. Come una manzana 15 minutos antes del desayuno, comida y cena.  Reduce el apetito y consumes hasta 180 calorías menos.

44. Cena dos platos y postre para no comer de más al acabar el día. Si tu problema son los picoteos después de la cena, olvídate de cenar un yogur con cereales y una fruta y vuelve a sentarte en la mesa para comer un plato de verdura cocida o ensalada con un filete o pescado a la plancha y una fruta de postre, variando el menú cada día.

45. Aporta ácidos grasos omega-3 extra cada día. Son los aliados del corazón, arterias, articulaciones, neuronas, etc., y además ayudan a metabolizar las grasas de reserva y son una fuente de energía adicional para quemar más calorías entrenando.

46. Reduce los carbohidratos en las cenas. Si tienes problemas de peso, evita la pasta, el pan, los cereales, el arroz, las patatas, etc., antes de dormir, pues al no hacer ejercicio después se almacenan en forma de grasas.

47. Incluye 3 raciones de lácteos cada día. Son la mejor fuente de calcio para tus huesos y aportan proteínas a tus músculos. Si escoges versiones ligeras o desnatadas, reducirás la grasa y las calorías sin renunciar a los lácteos.

48. Revisa tu salud y tu peso cada seis meses. Las personas deportistas suelen controlar su peso, tanto los kilos como el porcentaje de grasa y músculo. La báscula es tu aliada a la hora de evitar problemas de salud, pues te permite adelantarte a la ganancia de kilos que aparecen con la edad y evitar la pérdida de masa muscular que va asociada. Lo que no es tan habitual todavía es que se hagan revisiones anuales de salud, especialmente si no tienen ninguna enfermedad, pero es importante acudir al médico de familia y poner al día la historia médica, no sólo con analíticas de sangre y orina completas, también con exploración médica que puede determinar la visita a los especialistas médicos que corresponden por edad o sexo (ginecólogo, urólogo, cardiólogo, oftalmólogo, etc.). Y por supuesto, no dejes de acudir a realizarte una prueba de esfuerzo deportiva cada año, da igual que no compitas profesionalmente, es la prueba que más te ayudará a comprender tu cuerpo y a mejorar tu rendimiento deportivo.

49. Come algo antes de irte a dormir. Un vaso de leche con cacao, o una infusión con miel te ayuda a mantener la glucosa estable durante las 7-8 horas de sueño. Así te levantarás con más energía y menos hambre.

50. Olvida las dietas. Sí, después de todos estos cuarenta y ocho consejos para perder peso, el último parece una contradicción, pero es que "ponerse a dieta" no te asegura una buena salud para toda la vida. La razón está en que la mayoría de las dietas para perder peso no son saludables, bien porque son muy restrictivas y producen carencias nutricionales a largo plazo, o porque son poco realistas, y es que muchas personas pretenden pesar 10 kilos menos cuando no tienen un sobrepeso real, es tan sólo por imagen o por una autoexigencia que raya la obsesión por estar delgados.


La mejor manera de tener buena salud es comer un poco de todo, variado y lo más natural posible y realizar ejercicio físico variado y de intensidad adaptada a cada persona… todos los días, aunque sean 10 minutos para mantener el peso y evitar el deterioro muscular y articular con los años.


51… para que no digas que no hemos quedado cortos, te damos el último consejo en forma de decálogo, para evitar los errores nutricionales que destrozan tu entrenamiento

1. Evita aguantar la sensación de hambre porque vas a entrenar y no quieres comer nada antes.

2. Procura no sustituir comidas por barritas o batidos todos los días.

3. Recuerda que debes beber suficiente agua todos los días.

4. No abuses de ir a entrenar en ayunas.

5. Acuérdate que debes de comer después de cada entrenamiento.

6. Olvídate de saltarte alguna de las 5-6 comidas diarias.

7. No te dejes de engañar por pastillas y suplementos deportivos "mágicos".

8. Procura comer las calorías que te corresponden por tu edad, sexo y nivel de actividad. Ni más ni menos.

9. Evita ir de dieta en dieta.

10. Acuérdate de contar las calorías que bebes en forma de bebidas deportivas o isotónicas.

Escrito el  8 Ago 2016 14:04 en Squash y Nutrición  -  Enlace permanente

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