Respiración y rendimiento deportivo.
En muchas prácticas deportivas, el factor limitante no es muscular, sino pulmonar. El VO2max es la máxima cantidad de oxígeno que el cuerpo puede procesar, y es un indicador relevante, mejorable tanto a través de entrenamiento aeróbico clásico como HIIT.
Sin embargo, en atletas avanzados, con niveles de VO2max similares, hay otro parámetro más importante para predecir el rendimiento: la economía de carrera, definida como el consumo de oxígeno a una velocidad submáxima, similar al promedio de una competición. Al fin y al cabo, las carreras no se realizan a máxima intensidad.
Mejorar la técnica de carrera, entrenar la fuerza y aprovechar estrategias de hipoxia mejoran este indicador, pero también utilizar técnicas de respiración. Por algo los mejores atletas tienen más tolerancia al CO2.
Emil Zátopek, la llamada locomotora checa y ganador de múltiples medallas olímpicas, practicaba aguantar la respiración, mucho antes de que conociéramos sus beneficios, aumentando por ejemplo la producción de la hormona EPO.
En resumen, cuanto más puedas respirar por la nariz al entrenar, mejor. En esfuerzos máximos sentirás la necesidad de abrir la boca, pero intenta evitarlo. Según un estudio reciente no hay pérdida de potencia o rendimiento al respirar únicamente por la nariz. Si no me crees, pregunta a los Tarahumara, los famosos corredores de ultradistancia, inmortalizados en Nacidos para Correr, que respiran siempre por la nariz.
Como siempre, hay excepciones:
-Si estás acostumbrado a respirar por la boca, o tienes alguna obstrucción anatómica, tu desempeño se reducirá al pasar a una respiración nasal.
-En momentos de esfuerzo máximo es normal respirar también por la boca. Equivaldría a activar el "turbo” de un motor para maximizar el rendimiento en un momento puntual, pero no como estrategia habitual.
Cuanto más practiques la respiración nasal durante las tareas cotidianas, más fácil te será aprovecharla durante el entrenamiento. Si respiras mal en reposo, respirarás mal durante el ejercicio
Respiración y Descanso.
Respirar por la boca durante la noche aumenta el riesgo de ronquidos y apnea del sueño, además de perjudicar la salud bucal. Una forma de reducir estos riesgos es durmiendo de lado y la otra respirando por la nariz.
Solo hay un problema: es difícil prestar atención a la respiración mientras duermes. Pero hay una solución: taparse la boca por la noche.
Aunque hay discrepancia de opiniones, muchas personas han logrado mejorar sus síntomas tapando la boca al acostarse, usando por ejemplo un esparadrapo hipoalergénico, y al menos un estudio confirma su eficacia.
En cualquier caso, al practicar ejercicios de respiración durante el día, la respiración nocturna también mejoraría, sin necesidad de recurrir al esparadrapo.
Resumen.
El resumen es sencillo: respira por la nariz. Al igual que prestas atención a tu entrenamiento y alimentación, cuida tu respiración. Tu salud y tus mitocondrias lo agradecerán.
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