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Squash y Salud : lumbalgia.

Squash y Salud : lumbalgia.

Hoy hablamos de la lumbalgia, comúnmente conocida como dolor de espalda...



La lumbalgia o lumbago es un término designado para el dolor de espalda baja, en la zona lumbar, causado por un síndrome músculo-esquelético, es decir, trastornos relacionados con las vértebras lumbares y las estructuras de los tejidos blandos como músculos, ligamentos, nervios y discos intervertebrales.Es importante un buen diagnóstico, descartando infección, cáncer, osteoporosis o lesiones que requieran cirugía, antes de comenzar el tratamiento para la lumbalgia inespecífica que es de la que vamos aquí a hablar.


Se origina por distintas causas y formas, siendo las más comunes el sobreesfuerzo físico y las malas posturas.En el caso de las mujeres, se puede desencadenar o agravar con el ciclo menstrual. Por otro lado existen fuentes o tipos de dolor lumbar; el dolor facetario, en el cual existe una inflamación entre 2 articulaciones cigoapofisiarias (dolor específico), otro tipo de dolor lumbar es el discógeno, donde el disco intervertebral posee una lesión que genera dolor (dolor difuso, en una zona inespecífica), otra fuente de dolor es la compresión radicular, donde la vertebra comprime la salida de los nervios que se dirigen hacia las piernas (el dolor irradiado hacia las piernas) conocido como ciática; otra causa de dolor puede ser una contractura muscular, una disfuncion de la articulación sacro-ilíaca, o por algún órgano que refleje su disfunción en la zona lumbar, como los riñones e intestino delgado.


Las causas son diversas : una lesión aguda de la espalda baja puede ser causada por un evento traumático, como un accidente o una caída. En el caso del squash por una inadecuada flexión de las extremidades inferiores, una excesiva inclinación del tronco en la ejecución del swing, una debilidad de la musculatura lumbar,...Otras causas físicas pueden incluir la osteoartritis, la artritis reumatoide, la degeneración de los discos entre las vértebras, de la columna vertebral o una hernia discal, una fractura vertebral) o, raramente, un tumor (incluyendo cáncer) o infección.


El ejercicio físico y la actividad física de manera regular disminuye el riesgo de padecer lumbalgia. El sedentarismo aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda y el reposo en cama el riesgo de que este dolor se prolongue por más tiempo y reaparezca más fácilmente. La práctica continua y no intensiva de deportes (se recomienda la natación) se considera útil.  El ejercicio físico está contraindicado durante la crisis aguda de dolor pero no ocurre así en el dolor crónico ya que mejora la incapacidad y el grado de movilidad y autonomía del paciente. Los ejercicios para prevenir la lumbalgia suelen incluir aquellos que movilizan abdominales, dorsolumbares, cérvico-dorsales, glúteos y cuádriceps; estiramientos dorsolumbares, movilizaciones, estiramientos isquiotibiales, estiramiento del psoas ilíaco, estiramiento del cuadriceps, estiramiento de glúteos y piramidal, estiramiento del trapecio y del esternocleidomastoideo.


 

Es necesario consultar al especialista cuando las recomendaciones básicas (evitar el reposo en cama, evitar mantenerse activo y evitar sobrecargas en la espalda) no mejoran la lumbalgia. Los pilares del tratamiento son :


1. Evitar reposo en cama - Las recomendaciones basadas en la evidencia científica disponible coinciden en desaconsejar el reposo en cama como tratamiento del dolor de espalda. En algunos pacientes, la intensidad del dolor puede obligarles a quedarse en cama durante unos días, habitualmente no más de 2, especialmente cuando hay dolor irradiado. Pero eso debe ser considerado una consecuencia del dolor, y evitarlo cuando es posible.
2. Evitar sobrecargas en la espalda - No agacharse doblando la espalda, debe hacerse flexionando las piernas.
3. Fármacos de primera línea - Analgésicos, opiaceos menores, antiinflamatorios y miorrelajantes siempre que no exista contraindicación.
4. Intervención neuroreflejoterápica - estimulación de fibras nerviosas de la piel mediante "grapas quirúrgicas" que se dejan colocadas durantes 3 meses.
5. Ejercicio - En general no debe hacerse durante las crisis agudas.
6. Tratamiento psicológico (cognitivo-conductual) - En pacientes con lumbalgia de larga duración o crónica intensa.

7. Parches de capsaicina.

8. Manejo del cuadro agudo con fisioterapia : para el manejo del dolor y espasmo muscular en la etapa aguda es de gran beneficio la fisioterapia utilizando modalidades como crioterapia ya sea masaje directo con hielo en la zona afectada o la aplicacion de compresas frias, ademas de acompañar esto con electroterapia durante 20 o 30 minutos puede utilizarse opciones como corrientes bifasicas simétricas o protocolos de corrientes como tens, corrientes premoduladas o diadinámicas. Puede combinarse con otras modalidades de medicina física como ultrasonido de preferencia pulsatil y trabajar manualmente con masaje relajante o de amasamiento muscular.
9. Rehabilitación multidisciplinar - Cuando han fallado otros tratamientos y la salud está muy alterada. Los equipos están formados por médicos, psicólogos y fisioterapeutas.
10. Toxina botulínica - El uso de la toxina botulínica tipo A en los dolores vertebrales (cervicalgias, lumbalgias, ciatalgias) es cada vez más extendido por sus buenos resultados clínicos, sin embargo no hay suficiente evidencia para su indicación generalizada. Fundamentalmente se utiliza en algias vertebrales secundarias a contracturas musculares cronificadas y que no responden a otros tratamientos conservadores.
11. Neuroestimulación eléctrica percutánea (PENS) - Última opción cuando han fracasado los tratamientos anteriores en pacientes con lumbalgia crónica muy intensa. Se realiza por especialistas de unidades de dolor ya que sus efectos secundarios son numerosos.
12. Bloqueo selectivo de la raíz nerviosa - En casos con lumbociatalgia se puede realizar un bloque selectivo de la raíz irritada. Especialmente indicado en casos de hernia discal con compromiso radicular. Generalmente se le añada Terapia Física tras la realización del bloqueo.
13. Intervención quirúrgica - En casos estrictamente necesarios. No se recomienda a aquellos pacientes diagnosticados con lumbalgia inespecífico.. Puede ser necesaria en pacientes que padecen lumbalgia derivada de una enfermedad (infección, cáncer, osteoporosis) o en aquellos que pudieran requirir cirugía cuando el dolor sea intenso e invalidante, haya persistido durante más de 2 años y no haya respondido a todos los tratamientos anteriores.

Escrito el  7 Jun 2016 8:52 en Squash y Salud  -  Enlace permanente

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